Planificación


El plan de estudios conducente a la obtención de un título debe tener en el centro de sus objetivos la adquisición de competencias por parte de los estudiantes, ampliando por tanto (aunque no excluyendo) el tradicional enfoque basado principalmente en contenidos y horas lectivas. Se deberá hacer énfasis en los métodos de aprendizaje de dichas competencias, así como en los procedimientos para evaluar su adquisición. Se utiliza el término competencia exclusivamente en su acepción académica, y no en su acepción de atribución profesional. 

Las competencias son una combinación de conocimientos, habilidades (intelectuales, manuales, sociales, etc.), actitudes y valores que capacitarán a un titulado para afrontar con garantías la resolución de problemas o la intervención en un asunto en un contexto académico, profesional o social determinado.

La planificación es una de las competencias profesionales clave para el profesor y que está menos desarrollada en los planes de formación del profesorado. Resulta especialmente importante para el profesorado de matemáticas, dadas las dificultades inherentes al aprendizaje y enseñanza de esta materia.

 La información que aportan a la planificación docente los currículos de Educación Secundaria establecidos y las secuenciaciones de contenidos que los boletines oficiales publican, se muestran claramente insuficientes para llegar al nivel del aula y decidir acerca de qué debe aprender un alumno o alumna de secundaria en cada tema y cómo hacerlo operativo cada día.

 Los libros de texto que publican las editoriales y su complemento en forma de libro del profesor ocupan el espacio intermedio entre la secuenciación general del Boletín Oficial del Estado y la planificación diaria de actividades que el profesor debe realizar.
 Sin embargo, los libros de texto se redactan para perfiles de alumnos y profesores que no coinciden con la realidad de cada centro y aula. La información que contienen, las estrategias didácticas con las que organizan los contenidos, la selección de tareas que realizan y la limitación de recursos que suponen, obligan, cada vez más, a que el profesor utilice el libro de texto como un apoyo a su trabajo en el aula y no como una guía de actuación para seguir de modo prescriptivo.

 La planificación, como competencia clave del profesor de matemáticas, demanda el desarrollo de capacidades específicas para identificar, organizar, seleccionar y priorizar los significados de los conceptos matemáticos mediante el análisis cuidadoso de su contenido, análisis necesario para establecer las expectativas de aprendizaje, previo al diseño de tareas y necesario para la elección de secuencias de actividades.




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